Si estas familiarizado con mis colecciones y narrativas, entenderás que mis colecciones siempre tienen una correlación, un lazo, con un destino de una u otra manera, Florece el Sur no es la excepción, hoy a través de mis palabras quiero presentarte Uruyén y la comunidad de Santa Marta.
Hay lugares que no se visitan: se habitan. Uruyén es uno de ellos. Aquí, al pie del Auyántepui, la sabana respira hondo, el viento trae cantos antiguos y todo te invita a bajar el ritmo, a detenerte, para escuchar. Este no es un destino de “vacaciones” en sí, es una ventana a nuestras raíces, a la espiritualidad que se siente en la piel, y a la belleza sencilla una que deseo compartir con mi comunidad Magnolia.
Uruyén se encuentra en el Valle de Kamarata, dentro del Parque Nacional Canaima, al sur del estado Bolívar en Venezuela, a los pies del Auyántepui, la gran meseta que abraza al Salto Ángel y que domina el horizonte de Uruyén como un altar de piedra vivo. Desde el propio campo de Uruyén se aprecia el perfil majestuoso del tepuy, es una postal que te acompaña al amanecer y al caer la tarde.
El campamento Uruyén está inmerso en sabana y selva, y su acceso suele hacerse en avioneta hasta las pequeñas pistas de Uruyén o Kavak, abiertas en plena sabana; volar sobre el verde infinito, y también sobre el Salto Ángel, es parte esencial de la experiencia.
Uruyén combina churuatas y espacios de descanso pensados para el viajero que busca conexión y silencio. Es base perfecta para caminatas suaves por la sabana, ríos de agua fría y miradores naturales con vista al Auyántepui. Desde aquí se puede caminar hasta Kavak una ruta moderada, de 2–3 horas a paso tranquilo, para entrar en su cañón sagrado y dejarse bendecir por la cascada.
Mi momento favorito, y el que debes disfrutar si vas a este destino: Ver y sentir el atardecer en Uruyén. La luz se posa sobre las aristas del tepuy y todo se tiñe de oro. La noche trae un cielo que parece bordado a mano; es imposible no sentir que algo en ti se ordena.
Santa Marta: una comunidad que cuida lo esencial
Muy cerca del campamento está la Comunidad Pemón de Santa Marta. Es un poblado pequeño, guardianes de su lengua y costumbres, donde la vida se sostiene con agricultura, pesca y oficios locales. Caminar por Santa Marta es aprender del valor de lo simple: el saludo, la churuata, el conuco, el ritmo de la tierra.
Santa Marta es también un ejemplo de defensa del territorio: han rechazado la minería en su zona por considerarla destructiva para su agua, su salud y su cultura. Ese compromiso inspira y la verdad es algo que recuerda como un lujo verdadero es beber de ríos limpios y heredar paisajes sanos.
Lo que me dejó Uruyén y cómo llegó a mi universo Magnolia
En Uruyén confirmé que “lo esencial florece” no es solo un lema: es una manera de mirar. La sabana, la bruma en el borde del tepuy, el murmullo del agua y la fuerza de Santa Marta y su comunidad, me recordaron que la belleza más poderosa nace de la raíz. Florece el Sur, nuestra reciente colección, camina precisamente esa línea entre tierra y cielo: lino que respira, siluetas que abrazan el cuerpo sin apretarlo y una paleta que trae verde sabana, rosa magnolia y arena cálida, como una plegaria tejida en tela.
Esta colección es ese abrazo: etéreo, fuerte y sagrado. Diseños que fluyen como el Orinoco, que envuelven como el tepuy, que brillan como el espíritu de la mujer que sueña con los pies en la tierra y el alma en el cielo.
Consejos prácticos y recomendaciones para visitar Uruyén
Itinerarios que recomiendo
• Amanecer en la sabana con vista al Auyántepui desde Uruyén: Haz ejercicios de respiración, journaling.
• Caminata Uruyén a Kavak (ida diurna): sabana, trillos claros, baño en el cañón de Kavak. Regreso por jeep o pernocta según la ruta.
• Visita a Santa Marta: diálogo con artesanos, compra responsable de piezas locales y aprendizaje sobre su cultura.
Ética del viajero, recuerda que la belleza también merece un acto de respeto
• Respeta los espacios sagrados Pemón y sigue siempre a los guías locales.
• Compra local: artesanías y alimentos de la comunidad sostienen familias.
• Cero rastro: no dejes basura, no tomes “souvenirs” naturales, no te salgas de los senderos.
• Rechaza a la minería ilegal: informarte y apoyar iniciativas que protegen el territorio también es parte del viaje.
Consejos prácticos
• Ten presente que debes tener un buen nivel físico: las caminatas clásicas son moderadas; el trekking a la cumbre del Auyántepui es exigente y requiere logística especializada.
• ¿Qué llevar? Botas ligeras de trekking, sandalias para el río, impermeable fino, termo reutilizable, repelente, bloqueador mineral, linterna y bolsa de tela para tus residuos.
• Mejor luz: amanecer y atardecer (la “hora dorada” de Uruyén es real.
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